Cultura
Radio Bemba
Los cubanos se quejan de "ataques acústicos"
Cubaeconómica.com / 15-11-2017

El tema de los presuntos ataques acústicos a diplomáticos estadounidenses, puesto de moda por la administración de Donald Trump para justificar la retirada de gran parte del personal de su embajada en La Habana y expulsar a 17 funcionarios de la legación cubana en Washington, pudiera tener cierto fundamento, a juicio de muchos cubanos.
Constantemente los medios de prensa de la isla publican cartas y quejas de numerosos ciudadanos que denuncian el exceso de ruido en discotecas, bares y restaurantes estatales o privados o entre los propios vecinos hasta altas horas de la madrugada, lo cal conspira lógicamente contra el descanso de la mayoría.
La música en vivo o grabada se convierte en ruido cuando alcanza un volumen exagerado y aunque son muchos los que culpan al estridente reguetón, al parecer cualquier ritmo se convierte en un suplicio para quienes están ajenos a la pachanga y solo desean descansar para ir temprano al trabajo o a la escuela.
Lo más lamentable, advierten no pocos ciudadanos, es que tal situación se ha planteado a instancias municipales de gobierno, a los ministerios de Salud Pública y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, e incluso a la Policía, y los infractores se abstienen del ruido durante algunos días pero luego vuelven a las andadas sin mayores consecuencias.
Constantemente los medios de prensa de la isla publican cartas y quejas de numerosos ciudadanos que denuncian el exceso de ruido en discotecas, bares y restaurantes estatales o privados o entre los propios vecinos hasta altas horas de la madrugada, lo cal conspira lógicamente contra el descanso de la mayoría.
La música en vivo o grabada se convierte en ruido cuando alcanza un volumen exagerado y aunque son muchos los que culpan al estridente reguetón, al parecer cualquier ritmo se convierte en un suplicio para quienes están ajenos a la pachanga y solo desean descansar para ir temprano al trabajo o a la escuela.
Lo más lamentable, advierten no pocos ciudadanos, es que tal situación se ha planteado a instancias municipales de gobierno, a los ministerios de Salud Pública y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, e incluso a la Policía, y los infractores se abstienen del ruido durante algunos días pero luego vuelven a las andadas sin mayores consecuencias.